La primera vez que vi esta montaña, ni escalaba ni imaginaba que lo haría. Mucho menos pensar que subiría por la cara más vertical de esta montaña. Más de 20 años después y después de haber escalado las otras caras, empezó a «picar» cada vez más la idea.
Subimos la Vía Sagitario para ponernos a tono en la pared del Naranjo y al siguiente día la 1ª parte de vía Murciana 78 y acabamos terminando la pared por la vía Rabadá-Navarro.
Hay muchos sentimientos y emociones desde que nace la idea hasta que se culmina. Incluso cuando llegas a casa y empiezas a pensar por donde has ido pasando. Es un viaje que se queda en la memoria para siempre, y que cuando todo ha pasado, eres capaz de coger un pedazo para volver a disfrutarlo.
Sois unos ¡..TITANES…!….Abrazos a los dos…¡
Kike.
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lolaazooos !!!!
Aupa con esos vivacs en la cumbre!!! Esa es la actitud!
Enhorabuena con algo de retraso.
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